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¿A qué edad es la primera visita con el Ortodoncista?

¿A qué edad es la primera visita con el Ortodoncista?

La Asociación Americana de Ortodoncia recomienda que todos los niños se sometan al primer examen de ortodoncia a los 7 años de edad. Dicho examen es necesario porque permite obtener valores e índices de erupción de los dientes y posición de los maxilares, así como detectar cualquier problema en sus primeras etapas.

Según la ESP. Mónica Franco ortodoncista de la Clínica Expertdent, el propósito de la ortodoncia consiste en diagnosticar, prevenir, y tratar cualquier irregularidad dental o facial. El término técnico para esos problemas es "maloclusión", que significa "mala mordida".

Alrededor de los 7 años, la mayoría de los niños ya tienen varios dientes permanentes en el maxilar superior e inferior. Una vez que los dientes permanentes empiezan a salir, el ortodoncista puede evaluar el desarrollo de la mordida en el niño y evaluar si hay áreas de las cuales preocuparse.

Resultado de imagen para odontologo y niño de 7 años

 

 ¿En qué consiste la primera evaluación del ortodoncista?

En la primera evaluación, a la edad de 7 años en promedio, se evalúa varios factores que involucran el sistema de la masticación como son los siguientes:

Los músculos: El ortodoncista evalúa la tonicidad y fuerza muscular, fuerza masticatoria, músculos faciales y músculos de la masticación.

Boca siempre entreabierta

 

Tipo de respiraci­ón:  si la respiración es bucal o nasal.

Maxilares: Posición y dirección de crecimiento del maxilar superior y mandíbula.

Dientes: Con la ayuda de una radiografía panorámica evaluamos la cantidad de piezas presentes, dientes por erupcionar, tiempo de erupción, y secuencia y ausencia congénita de dientes permanentes. En la evaluación clínica observamos integridad, posición e inclinación de los dientes erupcionados.

Oclusión: Se refiere a la articulación en conjunto de los dientes superiores con su maxilar superior y dientes con los dientes inferiores y mandíbula, es decir la MORDIDA.


Inserción de los frenillos labiales y linguales. La inserción larga o corta, inadecuada de los frenillos (son ligas que unen el labio con el maxilar o la lengua con la mandíbula)

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Signos de alerta para una visita aún más temprana al ortodoncista

Existen varias alteraciones que pueden afectar los dientes y maxilares durante los primeros años de la infancia. La primera evaluación permite al ortodoncista observar si la erupción dentaria está fuera de lugar, si faltan o sobran dientes, así como identificar si hay alguna pérdida prematura de los dientes de leche o retraso en la erupción de los permanentes.

Si presenta mordida cruzada. Esto ocurre cuando los dientes inferiores sobrepasan a los superiores.

Hábito de chuparse el dedo o succión digital. Cuando el niño presenta largos periodos con el hábito de chuparse el dedo, se debe hacer una evaluación pronta para observar si hay cambios y deformaciones en los maxilares y alteración en la posición de los dientes.

Hábito de chuparse el labio o succión labial. El hábito de colocar el labio inferior entre los dientes también trae severas consecuencias y deformaciones en los maxilares y las inclinaciones de los dientes.

 

Pérdida prematura de varios dientes de leche

Apiñamiento y falta de espacio en los dientes de leche.

Mordida abierta

 

El examen de ortodoncia también permite revisar si los dientes son de tamaño normal. De manera particular, se observa que cuando los dientes superiores son demasiado prominentes o “salidos”, pueden ser problemáticos porque plantean mayor riesgo de sufrir daños ante la caída del niño.

De manera general, el tratamiento de ortodoncia en los niños pequeños no es tan completo como suele ser en adolescentes o en adultos debido a que solo se concentra en controlar los problemas específicos ya identificados.

En la mayoría de los casos, el tratamiento de ortodoncia en los niños pequeños no elimina la necesidad de más ortodoncia después. No obstante, identificar las dificultades durante ese período de la vida y simultáneamente ofrecer un seguimiento adecuado puede reducir la gravedad de los problemas de los dientes y mandíbulas. En algunos niños, eso significa la necesidad de tratamientos menos intensos a medida que crecen y cuando llega el momento de recibir más tratamiento de ortodoncia.

Por otro lado, la evaluación también ayuda a decidir con cuánta frecuencia el niño necesita seguimiento, con el fin de determinar la necesidad de ortodoncia según ocurra la transición hacia la dentición permanente.

 

Escrito por CD ESP Mónica Franco Mestanza

COP 20468. RNE 1078

Especialista en Ortodoncia y ortopedia maxilar.

Directora de la Clínica Odontológica Especializada EXPERTDENT.

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